Este encargo consistía en redecorar la sala de estar y el comedor, proponiendo nuevo mobiliario y acabados. También convertir dos dormitorios contiguos en uno solo.
Con la colaboración de un equipo externo especializado en reformas, tiramos el tabique separador, colocamos una única puerta corredera de acceso y dispusimos parquet en todo el suelo. Se aprovechó el armario empotrado que se encontraba en la pared separadora y se colocó en un rincón, formando un pequeño vestidor junto con un gran espejo de cuerpo entero y una amplia cómoda.
A continuación, un práctico tocador, cuya parte superior era la antigua mesa de estudio. Con unas patas nuevas y algún que otro accesorio, queda un rincón de lo más romántico.