Este proyecto se llevó a cabo en un piso situado en el barrio del Born de Barcelona, un ático que había que reformar íntegramente y convertirlo en un piso de alquiler de larga estancia.

Nuestro cliente buscaba conseguir un ambiente cómodo, relajante, práctico y sobre todo que tuviera una imagen de apartamento de verano: fresco y mediterráneo.

A continuación, os mostraremos fotografías de su estado inicial para que podáis ver sus pequeñas dimensiones (21m2), donde nos fue todo un reto incluir todo lo que se necesita en un piso de uso diario.

 

 

Si analizamos el espacio, entrando a mano derecha encontramos una sala con un baño anexo. Si giramos hacia la izquierda y subimos unos escalones, nos dirigimos hacia otra sala que incluye la cocina y el acceso a la terraza. Esta distribución nos obliga a situar el dormitorio y vestidor en el primer espacio y reservar el otro zona para la cocina y salón-comedor.

Aquí podéis ver el estado en el que se encontraba el piso cuando lo vimos por primera vez.

 

 

 

 

Para realizar las obras de renovación, contamos con la ayuda de nuestro equipo de reformas.

Una vez retirado todo el mobiliario existente en la cocina y el baño, se renovaron las instalaciones y se adaptaron a los nuevos elementos propuestos.

Aportamos calidez forrando el suelo con parquet vinílico en acabado roble natural y pintando las vigas del techo en un tono verde fresco y luminoso. El conjunto de paredes y techos se pintó en blanco.

 

 

 

En el dormitorio incluimos una cama doble y un armario (de 35 cm. de fondo y 2 m. de ancho) de Ikea, con puertas correderas. Para poder disponer de una ducha con unas dimensiones mínimamente cómodas dentro del baño, convertimos la puerta de acceso en corredera y propusimos separar la pica e incluirla en el dormitorio. Esto también facilita que si hay alguien ocupando el baño, siempre queda la pica libre.

 

 

 

 

El baño se alicató hasta media altura (menos la zona de la ducha que fue en su totalidad), y se añadieron extras de almacenamiento y perchas. El color de las paredes está en la gama del color de las vigas del dormitorio.

 

 

 

En la entrada del piso buscamos algunos elementos de recibidor, como un espejo de pie, y accesorios para cartas, llaves, y ropa de abrigo; para dar paso a la estancia donde se hace la vida diaria.

 

La cocina está compuesta por tres módulos de 60 cm. de anchura que incluyen un fregadero, un mini-frigorífico integrado, horno-microondas, placa de inducción, campana de extracción y armarios para el almacenamiento.

 

 

 

 

Delante se ubica una barra (con vistas), que nos servirá principalmente para comer y para colocar el televisor.

En la pared contraria hemos incluido un pequeño sofá de dos plazas de color gris con patas de madera, una repisa para elementos decorativos y dos mesas nido que acompañarán a la zona de estar.

 

 

 

 

En el exterior colocamos un mesa y un par de sillas, de un material que imita la madera pero es totalmente resistente al agua y el sol; acompañados por unas macetas colgantes que le dan frescura al ambiente exterior.

 

 

Estas son las imágenes comparativas de antes y después, esperamos que las disfrutéis!